Durante la inspección se constató que en el entretecho del local existía una puerta de 50 centímetros de alto y 80 de ancho, por la cual los trabajadores accedían a sus precarias habitaciones y baño.
“Será la Justicia quien determine la violación o no a la ley de trata de personas, pero es evidente que la inspección laboral debe actuar con suma diligencia, tal como lo venimos haciendo en todo el país en diferentes actividades”, señaló Guillermo Alonso Navone, subsecretario de Fiscalización de Trabajo y Seguridad Social de la cartera laboral.
El caso recayó en el Juzgado Federal de Primera Instancia de General Roca a cargo de José Inchausti y la Fiscalía Federal a cargo del Alberto Moldes.
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